Esta semana se ha celebrado en Alicante el II Congreso Internacional “Alicante, destino de teletrabajo y nómadas digitales”, organizado por FUNDEUN y el Ayuntamiento de Alicante.
Esta segunda edición del congreso se ha centrado principalmente en la capacidad de Alicante como región tractora de nómadas digitales, y ha contado con la inestimable aportación en primera persona de las experiencias de Maya Middlemiss, fundadora de Remote Work Europe, Marc Sanderson, Director de la oficina Málaga Open For Business, Gonçalo Hall, CEO de Nomadx y Ana María Kochanska, fundadora de Remote Impact.
Desde este enlace se puede visualizar el congreso, que se retransmitió por streaming, pero quisiera en este artículo resaltar algunas de las ideas que, en mi opinión, deberían ser tenidas muy en cuenta a la hora de plantearnos la idoneidad de la provincia de Alicante como destino de nómadas digitales.
La opinión generalizada de todos los expertos fue que España, en general, está bien posicionada para la atracción de profesionales remotos, aunque podría mejorar. La visa para profesionales remotos fue una iniciativa revolucionaria, que sirvió para centrar en nuestro país la conversación sobre las facilidades ofrecidas por los distintos territorios. Sin embargo hay que destacar algo bien claro: no somos paraíso fiscal, ni tenemos baja tributación.
El mensaje se distribuyó quizás de manera incorrecta. De palabras de Maya Middlemiss, se hizo un corta-pega con la noticia que llevó a España a ocupar el primer lugar en el ranking de Global Citizen Solutions, como el primer destino para nómadas digitales, basándose en la tributación especial del 24% para estos profesionales.
Se confundió el régimen especial para profesionales extranjeros desplazados en España con el visado para nómadas digitales. La realidad actual es que prácticamente todos los nómadas digitales acaban teniendo que sumarse al régimen común de autónomos, salvo quizás unos pocos que pueden registrarse como profesionales de alto rendimiento, los menos.
Quizás el problema fue centrarnos sólo en los beneficios impositivos, cuando en realidad no es ese nuestro mayor valor, que sin duda radica en nuestra calidad de vida, la seguridad y la sanidad española. El régimen de autónomos español tiene una terrible imagen, tanto a nivel nacional como internacional, pero aunque pueda ser excesivamente gravoso para profesionales que viven solos, tienen buena salud y no tienen pensado jubilarse en España, los beneficios son grandes para aquellos profesionales que se desplazan con sus familias, y que buscan seguridad y servicios.
En este sentido, las ciudades y pueblos de tamaño pequeño y medio tienen una gran oportunidad, ya que además de poder ofrecer incentivos locales, pueden basar su estrategia de atracción en destacar la calidad de vida, con el menor coste de vida en contraposición. Y lo principal: el sentido de comunidad, el acceso a la naturaleza, la sostenibilidad…
Otro punto que se destacó durante la jornada fue la necesidad de buscar soluciones para ayudar a los nómadas digitales a acceder a una vivienda. La mayoría de propietarios solicitan que el inquilino tenga contrato laboral fijo, y en su defecto solicitan el pago de seis meses de alquiler por adelantado, lo que supone una carga excesiva para los interesados en trasladarse a nuestro país. Una buena estrategia sería centrar en este punto las iniciativas locales o regionales, así como la generación de oferta para alquileres o alojamiento de media estancia.
Todos los ponentes destacaron la importancia de la pertenencia a una comunidad, conectarse a otros trabajadores remotos, pero también a la propia comunidad en la que residen. Gonçalo Hall, CEO de Nomadx, lo señaló claramente:
“Lo que es interesante es la comunidad, las personas. No es el espacio, no es el país”
“We don’t see Passports, we see Humans» (no vemos pasaportes, vemos personas)
“We don’t seek hotspots, we seek Real Local Experiences” (no buscamos centros de actividad, buscamos experiencias locales reales)
“No queremos ir a aquel sitio que sale siempre en Instagram, preferimos el local típico del pueblo, aquel que nos acerca a la comunidad”
Para la atracción de nómadas digitales, no funciona la publicidad pagada en buscadores o en plataformas de Social Media; tampoco las publicaciones de influencers o bloggers turísticos. Los nómadas digitales tienen sus propias comunidades, y siempre van a confiar más en las experiencias reales contadas por sus iguales. Por lo tanto, es a quienes debemos dar voz, buscar estos influencers de nicho, y que sean ellos la voz de nuestra región. Y por esta razón es importante contar con un community manager local, alguien (o un equipo) que gestione la conversación.
Es fundamental escuchar a los propios nómadas digitales, para adaptar las facilidades que les ofrecemos, así como nuestras campañas de captación.
Estas algunas de sus demandas, según destaca Maya Middlemiss:
Y esta sería una descripción de los nómadas digitales, compartida por Gonçalo Hall. Atención a sus intereses destacados ¿Estamos centrando en ellos la «conversación»?