Tras aparcar en una calle de Monóvar cercana al ayuntamiento, lo primero que me sorprende son los curiosos murales con los que me encuentro. Más tarde durante la visita guiada que José Alcaraz, concejal de turismo de la localidad, nos ha organizado, me entero de que se trata de un «Museo de arte urbano» con el que pretenden dar vida a las calles del centro aprovechando edificios sin uso o solares. Una iniciativa, sin duda, creativa que a parte de hacer más atractivo el entorno, apoya a artistas de la provincia.
Ferran, nuestro guía, nos explicaba que otra muestra de arte popular, en este caso de siglos atrás, son los Socarrats con los que cuentan las fachadas y sobre todo los aleros del algunos edificios históricos monoveros.
Al llegar a la “Casa-Museo Azorín” conocemos a Pepe Payá, su director quién nos deleita con las anécdotas del polivalente escritor. La dedicación incesante a su trabajo y su marcada personalidad me encandilan. Nos habla también de las diferentes actividades llevadas a cabo a lo largo de 2017 (declarado como Año Azorín) para conmemorar el 50 aniversario de su fallecimiento, como por ejemplo la celebración de congresos internacionales sobre su legado, la instalación de un busto del escritor en la Plaza de la Sala frente al consistorio de Monóvar, la elaboración de diferentes documentales o la distribución de sus obras en 54 países de todo el mundo.
En el “Museo de Artes y Oficios” nos sorprendemos de la colección privada de José María Román Amat (conocido con el mote Pita), quién a lo largo de su vida ha coleccionado todo tipo de enseres y documentación relacionada con los oficios de la localidad, muchos de ellos ya desaparecidos, así como maquetas, fotografías, partituras musicales, libros y archivos que recopilan los conocimientos transmitidos de padres a hijos, entre otros elementos que reflejan la riqueza etnográfica monovera.
El siguiente enclave nos remonta a la Guerra Civil. En la pedanía de El Hondón se encuentra el Aeródromo construido en 1938 que fue utilizado por el gobierno de la II República y otras personalidades de la época para partir al exilio. Aquí también se puede visitar la ermita de Santa Catalina y el refugio antiaéreo que aún pervive de aquellos tiempos. José Alcaraz nos comenta que en diciembre inauguraron los paneles informativos que muestran información, la cual se puede ampliar mediante códigos QR, y que están trabajando en la puesta en valor del recurso. La existencia de casas rurales asociadas a la “Ruta del Vino de Alicante”, de la cual, Monóvar es socio fundador, es un aliciente más para planificar una escapada.
Para finalizar la jornada, visitamos la “Bodega Santa Catalina del Mañán”. Raquel nos acompañó durante el tour a las instalaciones y nos explicó el proceso de elaboración de los diferentes vinos, los cuales tuvimos la oportunidad de conocer más a fondo en la cata que nos ofrecieron junto a la degustación de los tradicionales embutidos de la pedanía Cases del Senyor.
Quedan pendientes rincones por ver: Los restos arqueológicos y torre del homenaje del castillo de Monóvar, la iglesia de San Juan Bautista, la Torre del Reloj, la iglesia de los Capuchinos, la ermita de Santa Bárbara…
La apuesta de la concejalía de turismo es crear rutas, adecuar recursos e incentivar la visita a esta interesante localidad. Para ello es necesaria la planificación e implicación de todos los agentes involucrados, ya sean públicos o privados.
Decía Azorín: “Hay en todo momento, cuando estamos frente a las cuartillas, una palabra, la palabra precisa, ésa y no otra...” En este caso, para Monóvar y muchos otros municipios, esa palabra es “Dinamización”.
Qué bonitas palabras para mi pueblo , que ya me gustaba antes , pero después de leer tu artículo , aún me gusta más.
Muchas gracias
Gracias Desirée, fue todo un placer visitar una localidad con tanto potencial y disfrutar de la acogida y calidez de sus habitantes. Volveré con familiares y amigos para conocerla más a fondo. Un saludo ☆Montse☆