En el XXV Café-Tertulia organizado por AAPET en Meliá Alicante surgió un interesante debate sobre enoturismo, un mercado nuevo relativamente, pero con una dinámica que va in crescendo, en esa fase en la que la demanda te va empujando y cada uno reacciona como buenamente puede.
De todas las bodegas que abren sus puertas a las visitas turísticas, pocas son todavía las que lo hacen de una manera profesional, ya que a veces son establecimientos pequeños con pocos recursos y cuya propiedad se encarga de gestionar directamente esta nueva tarea.
Remitiéndonos a los datos y según el Ministerio de Agricultura, en el año 2015, “el número de bodegas -empresas legalmente constituidas dedicadas a la elaboración y/o comercialización de vino- inscritas oficialmente en España, alcanzan la cifra de 4.120 “. De ellas, solo 602 están adscritas a las Rutas del Vino oficiales en el 2017, lo cual quiere decir que son visitables. Hay algunas más que no pertenecen a ninguna ruta y que abren sus puertas igualmente, pero podemos tener este número como referencia de la bodega visitable que está abierta a la comercialización turística y que trabaja por recoger cuota de mercado en este sentido.
Aún así son menos bodegas todavía las que tienen establecido un horario regular de visitas, con personal cualificado y departamento de distribución turística. Las Rutas con bodegas más profesionales en este sentido son las del Marco de Jerez, Penedès, Ribera del Duero y Rioja. No es casualidad que estas bodegas invierten tiempo y esfuerzo en vender sus visitas.
No decimos con esto que obligatoriamente tengan que abrirse al público todas las bodegas, pero las que quieran hacerlo deben ajustarse a una forma de trabajo que es preciso aprender, porque esta industria nos lo va a exigir.
El turismo es una ciencia más de la que asesorarse cuando no es la forma de negocio principal de la empresa, sino un medio para hacer más ventas. En este sentido las Tourist Info, las agencias de viaje, touroperadores, guías o empresas de excursiones pueden ayudar mucho a canalizar la oferta y a detectar nichos de mercado. Las agencias de viaje en particular realizan una labor de promoción y difusión muy importante, son un factor más dentro del negocio, colaboradores que conocen el mercado en su globalidad, y pueden aportar muchas ideas que hayan observado en otros lugares.
Se cae a veces en el error de percibir a los agentes comerciales como enemigos a eliminar, intermediarios aprovechados o meros comisionistas, cuando realmente de lo que se trata es de acercar el producto a la demanda como cualquier distribuidor. Hay detrás un trabajo muy duro de calle, investigación de mercados y oportunidades, presencia en ferias y viajes de negocios… que el proveedor se ahorra por una pequeña comisión por venta.
Marichel López de #Wineandtwits nos contó desde su experiencia lo difícil que es trasladar una próspera idea a un mercado emergente, ya que no siempre están preparados para las nuevas tecnologías. Ella y su socia Cintia elaboraron un proyecto para difundir la cultura del vino de una forma actual, a través de las nuevas tecnologías, para llegar a la gente de hoy, a los jóvenes que utilizan las redes sociales, y así democratizar y acercar la enología al público. Se encontraron con una realidad en la que todavía no se pensaba en eso. Las bodegas y establecimientos relacionados con la viticultura no comprendían el alcance de esta nueva forma de comunicación así que, tras varios intentos, se dieron cuenta que debían adaptarse al ritmo de la oferta y comunicar de otra manera, a través de eventos, reportajes y de crear comunidad. A veces hay que dar rodeos para llegar a donde te dirigías, pero no han perdido el camino, y llegarán donde se propusieron, porque la visión de mercado la tienen muy clara.
Los que hemos apostado fuerte por este tipo de turismo es porque creemos en las posibilidades que tiene, pero qué difícil es introducir nuevos métodos de comercialización en mercados que no están acostumbrados a ello. Con el tiempo cada vez más empresas se unirán.
Rafael Poveda, de Bodegas Monóvar Mg Wines y Encarni García, de Bodegas Bocopa, nos transmitieron la evolución favorable en las visitas turísticas a sus bodegas y los esfuerzos que están haciendo para acercarse al cliente directo. MG ofrece almuerzos en bodega y Bocopa está en un proceso actualmente de negociación con las agencias de viaje, cosa que aplaudimos, ya que, poco a poco, comprobarán que pueden ahorrarse mucho trabajo, y ganar en afluencia de público. Todavía queda un plazo de tiempo de adaptación y redondear detalles, pero la buena dirección está ahí.
Se habló mucho de las acciones comerciales que se intentan hacer desde los organismos oficiales como la Ruta del Vino de Alicante o la DO. Existen puntos de vista a favor y en contra de eventos como el reciente Winecanting del pasado 28 de mayo que reunió a unas 3000 personas en el puerto de Alicante, o del Alicante Wine Bus que se está preparando para promocionar la Ruta del Vino. Son proyectos que cuestan mucho trabajo y requieren de la colaboración de todos los implicados, y esto que parece una obviedad no siempre se cumple porque no siempre se está de acuerdo en la misma forma de conseguir los objetivos, por eso el consenso es importante.
Desde Cultura Violeta, agencia de enoturismo, siempre hemos apostado por todo tipo de acciones comerciales y colaboraciones que promocionen nuestra ruta, sabemos que la unión hace la fuerza y somos los primeros interesados en que las empresas del vino de Alicante tengan éxito, ya que, si a ellos les va bien, a nosotros también.
Nuestro más sincero agradecimiento a AAPET por organizar estas tertulias y a los asistentes por unirse: Rafael Poveda, Encarni García, Marichel López, José Tomás Lozano, Rafa Rodríguez y Cristina Arroyo (Presidenta de AAPET). Todos los puntos de vista suman y aportan ideas y enfoques que de otra manera no tendríamos en cuenta. Es una suerte poder contar con un espacio de discusión y a personas dispuestas a participar para alcanzar objetivos comunes.
Gracias.