Benidorm, conocido por su intensa vida nocturna y sus playas de arena dorada, es mucho más que un destino turístico de sol y ocio. Junto a su impactante escenario urbano se esconde un tesoro natural que cautiva a quienes buscan alejarse del ajetreo y el bullicio de la ciudad. El Parque Natural de Sierra Helada, con sus impresionantes acantilados y una red de senderos terrestres y submarinos, ofrece un refugio de tranquilidad y belleza incomparable, convirtiéndose en un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.
Más allá de las playas y rascacielos, el Parque Natural de Sierra Helada se erige como un oasis de serenidad y biodiversidad. Declarado Parque Natural en 2005, alberga una gran variedad de ecosistemas costeros y terrestres, proporcionando un hábitat vital para numerosas especies de flora y fauna.
En el extremo sur de este espectacular parque se encuentra la Ruta Punta del Cavall, una travesía que permite desconectar del estrés diario y disfrutar de la esencia tranquila de la naturaleza. Partiendo desde el Rincón de Loix, en la Punta del Pinet, recorrerlo permite sumergirse en un mundo de paisajes impresionantes y vistas panorámicas que quitan el aliento.
La ruta comienza con un suave ascenso por una cómoda carretera asfaltada, en su primer tramo todavía accesible para vehículos, aunque podemos caminar sin peligro por las aceras destinadas a los peatones. A partir de la intersección de la Calle Sierra Dorada con la calle Dos Calas, el acceso es exclusivo para viandantes. El camino continúa serpenteando por la ladera de la montaña, ofreciendo unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo, la Isla de Benidorm y toda la costa sur de la provincia de Alicante hasta el cabo de Santa Pola. A medida que avanzas, el sonido de las olas rompiendo contra los acantilados y la brisa marina te envuelven, creando una atmósfera de paz y serenidad.
Se trata de un sendero accesible, apto para ir con niños, ya que el desnivel es suave, todo el camino es asfaltado y su longitud (ida y vuelta) supera apenas los 4 Km. El tiempo de caminata depende de las paradas que hagamos a lo largo del camino para hacer fotografías y disfrutar de las espectaculares vistas. Nosotros aconsejamos reservar como mínimo una hora y media, aunque si nuestra intención es una marcha rápida, podríamos recorrerlo en menos de una hora.
En el extremo norte de la ruta llegaremos al Mirador de la Punta del Cavall, donde descubrimos un tesoro histórico: la Torre del Cavall o de les Caletes. Esta antigua torre de vigilancia costera, construida en el siglo XVI como parte del sistema defensivo de la costa mediterránea, posee una privilegiada ubicación en lo alto del acantilado, y brinda vistas panorámicas incomparables del litoral y el mar. El mismo paisaje que una vez vigilaban los antiguos guardianes de nuestro litoral.
La Ruta Punta del Cavall en Benidorm es mucho más que un simple sendero; es una invitación a desconectar y sumergirse en la serenidad de la naturaleza, y reconocer, una vez más, que el litoral de la Costa Blanca es uno de los más bellos del Mediterráneo. Como ya hicimos en nuestro artículo sobre la Ruta Circular de la Sierra de Bernia, esperamos seguir descubriéndoos desde nuestra Web otros paraísos para los amantes del senderismo.
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