“FIESTA DE LOS CARGOS, DE LA PASCUA O DEL DIOS CHICO”

 

“ — ¡De este año no pasa, pero volvió a pasar !.Con esta frase suelo emplazar a mis sobrinos Maria Jesús y Jóse cada vez que nos vemos en Quesada. Y es que en el fondo conocen mi reiterada voluntad  de vivir esta fiesta con ellos aprovechando que las raíces de Jóse son belerdeñas.

La  “Fiesta de los Cargos” se celebra llegadas las Pascuas en un grupo de pedanías de Quesada,  enclavadas en un accidentado y bello paraje del Parque Natural de la Sierra de Quesada: Las pedanías de Don Pedro, Tiscar y Belerdas.

La fiesta tiene su origen en la Guerra de la Independencia, cuando un grupo de  belerdeños aprovechando el conocimiento de estas sierras, logran poner en fuga a una patrulla del ejército francés, con un tambor, banderas y disparos al aire. Se celebra anualmente los días 25, 26 y 27 de Diciembre.

Aunque los quesadeños tenemos más que demostrada la bravura, supongo que en esta ocasión debió mediar además la “mano” de la Virgen de Tíscar, porque esta zona serrana de la Alta Andalucía es de una profunda tradición mariana y la Patrona tiene su santuario en Tíscar.

Belerda y Tiscar (Fuente: Ayto. de Quesada)

 

El día 25 de diciembre de cada año, a las 12 hs., los cinco Cargos ( el tamborilero no goza de esa categoría) recogen sus trajes militares (actualmente rojos y azules) y voltean la bandera dando comienzo a la fiesta. El “Primer Capitán” lleva bastón y habrá de dar el almuerzo del día; el “Segundo Capitán”, vestido de marino con gorra de plato, lleva bastón y se responsabiliza de sacar a la Virgen en procesión e invita a almorzar a los cargos; el “Abanderado”, voltea (lidia) la bandera; el “Guinche” lleva una lanza y persigue a la chiquillería con gran bullicio; el “Cargo Chico”,un chico con traje rojo y bastón; y por último el “Tamborilero que anima la fiesta”.

En sus recorridos desde las aldeas al Santuario y viceversa, los asistentes son agasajados con dulces, mantecados, roscos de baño caseros y risol o gloria, un aguardiente elaborado con manzanilla y té de sierra, hierbaluisa,  cáscara de naranja, agua y azúcar. Además de sabrosos aperitivos, embutidos y vino de esparteña.

Lo que me atrae es revivir esta experiencia de mi juventud y recordar los sabores auténticos de aquellos mantecados, roscos de baño y del risol, elaborados por mi madre. Aunque la incauta creía esconder a buen recaudo en la alacena del comedor la cesta, mis hermanas Tíscar y Maria Jesús se habían ingeniado un sistema para burlar la puertecilla con una aguja de hacer punto.

Concluidas las fiestas, una persona mayor,  de las diferentes pedanías,  subasta los Cargos para el próximo año,  en la que participan además  los vecinos de Quesada, Huesa o Hinojares. Optar a uno de estos cargos es un privilegio y/o una promesa a la Virgen; llegando a ofrecer por ellos, elevadas sumas de dinero.

No me he resistido en esta ocasión a esperar a revivir la experiencia antes de contársela a ustedes. Así que si me prometen asistir el próximo año me sentiré obligado yo también a hacerlo y que ¡de esta ocasión no pase!.

Seguro que en la zona hay viviendas rurales; pero en cualquier caso Quesada se encuentra a solo 12 km., del lugar y además cuenta con una completa oferta de alojamientos, restauración y otras opciones para pasar la Navidad en plena naturaleza y de paso una visita cultural por los museos del pintor Rafael Zabaleta y del Poeta Miguel Hernández. “Allí nos vemos con mis sobrinos”.

 

Damián Uclés Fernández. Navidad de 2017.

Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Alicante

Por Damián Uclés Fernández

Jubilado, escritor y viajero

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