Ha sido como un abrir y cerrar de ojos para los alicantinos y quienes han querido acompañarnos durante estos días. El Race Village de Alicante ha sido el punto neurálgico de la ciudad: un espacio de 55.000 metros cuadrados que ha reunido todos los ingredientes para que todos los visitantes que se han acercado disfrutasen, aprendieran y saliesen satisfechos de lo vivido y presenciado.
Pero hay más consecuencias positivas, ya que el secretario autonómico de turismo ha subrayado que la futura Ley de Turismo, Hospitalidad y Ocio, que eventos como la salida de la Volvo Ocean Race son perfectos para reforzar la posición de la Costa Blanca como un referente de turismo náutico, deportivo y activo; según Colomer: “Alicante puede y debe hacer honor a su condición de ciudad portuaria, abierta, mediterránea, cosmopolita y hospitalaria y la Volvo y la especialización náutica respalda estos valores ”. Además, hay que decir que un evento tan relevante como la Volvo, en un entorno tan privilegiado como es Alicante Puerto de Salida, tiene sí o sí un gran impacto en la sociedad.
Datos contrastados de ediciones anteriores auguran un nuevo éxito. Aunque el impacto real de esta edición no se podrá conocer desde todos sus vértices hasta dentro de unas semanas, todo apunta hasta ahora que esta edición puede ser la más importante de cuantas se han celebrado en Alicante como sede de la regata transoceánica.
Pero no nos podemos olvidar del gran exitazo y espectáculo de la salida oficial con cerca de 100.000 personas que abarrotaron el Village, así como todo el litoral costero donde no cabía como suele decirse ni un alfiler, todo ello, para despedir a la flota. Testigo de excepción en esta ocasión fue el rey emérito Juan Carlos I, amante de los deportes náuticos por excelencia, que no quiso perderse en vivo este evento, que transcurre por mares y océanos de los cinco continentes, y que tendrá su primera parada en capital de Portugal, es decir, Lisboa.
Podríamos hablar de muchas más cosas, como por ejemplo del discurso de nuestra mejor gimnasta Alejandra Quereda, que sin lugar a dudas fue muy entrañable, y en el que habló de de respeto, justicia y solidaridad, mostrando además su orgullo de que el nombre de su Alicante y sus valores vayan por todo el Mundo.
O de lo que se pretende llevar a cabo en los próximos meses, como que este evento, tan nuestro ya, prolongue sus beneficios para la ciudad entre una edición y otra con el fomento de más actividades, porque como ha quedado demostrado una ocasión más, el impacto de la regata ha sido beneficioso para los hoteles y restaurantes de la ciudad, amén, aunque en menor cuantía, que otras ediciones de ventas en comercios. Ese, sin lugar a dudas debe ser el gran problema a solucionar a la mayor brevedad posible, ya que si hemos hablado de que esta ha sido la mejor edición de la Volvo, por la gran implicación de los habitantes de Alicante, hay darles facilidades también a los que nos visitan desde distintos puntos de nuestra provincia ¿ o no ?
La pregunta queda en suspenso o en el aire: ¡A ver quién la recoge!